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¿Cuáles son los principales logros de las medidas extraordinarias?
El primer logro es haber contenido la escalada violenta y criminal de la estructura que estaba operando en todas las direcciones y que estaba activando desde centros penales y que al mismo tiempo estaba coordinada con estructuras externas.
Segundo, hemos logrado una reducción de los homicidios, de hecho, la situación de la que venimos de 22 homicidios diarios, promedio, en el primer trimestre han bajado a 11.2, el cincuenta por ciento de reducción. Es bastante, y de manera sostenida en los últimos siete meses; la señal más clara de esto es que vamos a cerrar el año 2016 con más de mil homicidios menos en relación al año 2015.
Tercero, hemos tomado control del sistema penitenciario y hemos cortado las comunicaciones a distinto nivel y esa ruta va a estar consolidada al mes de diciembre con la puesta en marcha de un nuevo diseño. Un cuarto, es que hemos empezado a reducir la extorsión, en la medida que hemos controlado centro penitenciario, que hemos golpeado en esta primera fase las cabezas de las estructuras, , hemos empezado a traducir en un rompimiento de extorsiones articuladas, a grandes empresas, a grandes distribuidores, aunque está latente todavía pero hay un golpe efectivo.
Y el otro gran logro es que hemos iniciado a golpear los flujos financieros y logísticos que es como el subterráneo que venían construyendo estas estructuras criminales.
¿Cuáles son las principales deudas sobre esas medidas?
El reto que tenemos para el año 2017 es elevar el nivel de esta cruzada, para profundizar los niveles de golpe de la estructura criminal, y eso implica la puesta en marcha del nuevo sistema penitenciario; una reingeniería profunda. Vamos a ver en el corto y mediano plazo, el rostro de un nuevo sistema penitenciario, que va a incorporar cinco medidas bien concretas: nuevas infraestructuras, la primera cabeza de playa va a ser inaugurado, hoy en diciembre, en el complejo penitenciario Izalco. Segundo, una nueva clasificación completa del universo de reos, que son 35 mil ahora, con más del 300 % de hacinamiento.
Tercero, la adquisición que estamos haciendo de nueva tecnología, vamos a poner nuevos equipamientos, a la entrada a la salida, como en los aeropuertos, todo un sistema de control tecnológico en cada centro penitenciario.
Ahorita, estamos por graduar el primer contingente de 300 miembros del nuevo sistema penitenciario que en una alianza con la Academia Nacional de Seguridad Pública, en el marco de las medidas extraordinarias hemos trabajado, todo nuevo sistema que vayamos instalando, va ir cayendo con un nuevo personal y vamos a romper con el hacinamiento; en dos años vamos a haber reducido a la mitad el hacinamiento, vamos a habilitar en los próximos dieciséis meses, quince mil espacios más, casi el 40 % de nuevas instalaciones, para replantearnos la reorganización del sistema.
También es clave poner a trabajar a los presos, para hablar popularmente. No es posible que los presos estén ahí. Comen tres veces al día, es decir, es una inversión traducida en gasto. A diciembre del otro año tenemos que tener diez mil privados de libertad en tareas productivas. Estamos hablando de la tercera parte de reos produciendo.
¿Qué clases de trabajo van a realizar los reclusos?
Van a realizar trabajos para autosostener el sistema penitenciario y para aportar a la obra pública. Trabajar en las quebradas, obra pública, las cárcavas, protección civil.
¿Van a sacar a todos los reclusos?
No, solo los de baja peligrosidad. La rehabilitación va a llegar a muchas más, dentro del sistema pero ya los que van a trabajar son los que están en los centros temporales.
¿Usted mencionaba que implementarán planes masivos de prevención?
Vamos a la fase que la gente se tome el territorio, que la gente haga sostenible el control del territorio y para eso hay que lograr que los espacios públicos estén en manos de la gente buena. La clave es recuperar la confianza, porque lo que pasaba es que la estructura tenía un control basado en el temor y en el terror.
Vamos a tener en enero, mil hombres en una fuerza especializada de reacción, ahora, lo está haciendo la primera fase de la FES y la FIRT. Son una sola estructura pero estamos a la mitad, vamos a tener una instalación propia para esa fuerza y estará altamente equipada para operaciones de mayor complejidad, vamos a necesitar, en esta cruzada, que el nivel de intervención sea lo más fino posible, para evitarnos daños colaterales y evitarnos que gente inocente vaya a ser afectada.
¿La contribución especial, cómo se ha invertido?
Tenemos dos fondos, ya comenzamos a ejecutar los $152 millones porque salió una emisión de cien millones, ya tenemos eso que va para el sistema penitenciario, otra distribución que va para la policía, otra para las Fuerzas Armadas y ya comenzamos a comprar los equipos, básicamente la contribución especial es antes de las medidas extraordinarias y era para acciones de prevención, estos $152 millones son para acciones de control.
En los últimos meses hemos visto casos de desplazamiento forzado ¿tienen algún plan para esto?
Yo decía en un momento, cuando tengamos las medidas en marcha, como las tenemos ahora, nos vamos a encontrar con situaciones bien difíciles porque a medida que vos rompes la estructura criminal, también se van creando otros niveles de reacción interna en esa estructura. Entre ellos se va creando una política de venganzas naturales y tradicionales, pero debido a la presión que estamos poniendo se crean, también otros tipos de reacciones, como, amenazar a una comunidad entera. Nos va a seguir pasando en algunos casos, va a ser bien focalizado. Lo que hay que tener cuidado, y yo se lo dije al cuerpo diplomático, de tratar de dimensionar eso, porque puede haber mucho aprovechamiento.Si este tema no se maneja bien, cualquiera va a utilizar esa excusa; incluso puede estimular formas de migración. Salió que era como en medio oriente, esas filas de gente…
¿Refugiados?
Sí, aquí no tenemos eso.
Hace unos días el presidente Obama dijo que comprendía la desesperación de los países centroamericanos, de la gente que se va y dijo, que esto podía tomar una década en estabilizarse ¿le parece un tiempo razonable el cálculo que hace el presidente Obama?
Depende de qué sea el enfoque de ese tiempo y qué cosas integre esos diez años. Yo calculo que sino cambiamos la ruta que hemos comenzado, creería que nosotros en el 2020 vamos a tener una situación distinta a la que tenemos hoy.
No habremos superado el problema, pero habremos tenido mucho más controlado, la situación que permita que en los próximos diez años, la estructura criminal no pueda reaccionar como ha venido reaccionando en los últimos diez años.
Aquí hay una diferencia ahora, que a veces no sale mucho: las medidas extraordinarias han sido una decisión valiente que sólo la puede tomar un gobierno que no tenga compromisos con ninguna estructura criminal. Yo hoy me pongo a pensar que muchas de las decisiones que se debieron tomar antes, era porque nadie quería dar la cara, pues sí, porque aquí ya quedas fichado, digo en términos positivo, no porque sea menos riesgoso.
¿La contribución especial, cómo se ha invertido?
Tenemos dos fondos, ya comenzamos a ejecutar los $152 millones porque salió una emisión de cien millones, ya tenemos eso que va para el sistema penitenciario, otra distribución que va para la policía, otra para las Fuerzas Armadas y ya comenzamos a comprar los equipos, básicamente la contribución especial es antes de las medidas extraordinarias y era para acciones de prevención, estos $152 millones son para acciones de control.